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domingo, 27 de febrero de 2011

Fin del presupuesto quincenal y las relaciones franco-mexicanas.

Se acerca el fin de mes, el fin de la quincena... esta situación se refleja en todos los aspectos de la economía familiar: los bolsillos, el refrigerador y la despensa. Ante esta gran realidad existe una alternativa buena y barata, que celebra también las relaciones franco-mexicanas, muy desgastadas por estos días.

La sopa de cebolla es un buen recuerdo de nuestra Luna de Miel, de regreso de Turquía y Grecia, la conexión a México era vía París. Por no dejarlo pasar, decidimos quedarnos unos días en la Ciudad Luz, nuestro presupuesto ya era medio escaso; así que nuestras opciones culinarias se reducían a las bistros de los barrios por donde nos atrapara el hambre. No obstante nuestra economía, no caímos en el extremo de los turistas americanos de entrar a comer comida rápida de cadena.

En París nos encontramos con una pareja amiga de mi esposo; Flavio y Blanca, él italiano, mexicana ella. Quienes al no poder venir a la boda, nos entregarían su regalo en esa ciudad mientras llevaban a su hija Anita a Disney. En los recorridos que hicimos, comimos en el Barrio Latino esta deliciosa sopa.

SOPA DE CEBOLLA


1 Cebolla grande ó 2 medianas.
1 litro de caldo de pollo
1 cuchara de mantequilla
1/2 taza de vino blanco (opcional)
Trocitos de queso manchego
Rebanadas de pan duro
Pimienta negra.

Se fríe la cebolla en la mantequilla, se mueve constantemente para evitar que se quemen. Una vez que tengan el color dorado, se agrega pimienta recién molida. En esta parte le pongo un poco de vino blanco, pero no es indispensable, se deja un rato a que se consuma el alcohol y se agrega el caldo. Revisen la sal y se deja hervir. Antes de servir  se agrega el queso, se deja gratinar un poco y justo antes de servir se le agrega el pan.

FLAUTAS DE POLLO.
De seguro que han visto por el mercado esos trozos de pollo que contienen alas, súper baratos. Bueno con ellos pueden preparar un buen caldo. Recuerden que éste se prepara con agua fría, la carne limpia de grasa, sal, ajo, cebolla, apio y si tienen un manojo de hierbas finas usen unas pocas. Una vez listo, se cuela; de los trozos de pollo pueden sacar toda la carne y deshebrarla finamente. El caldo lo usan para la sopa de cebolla y el pollo para estas flautas.

10 ó 12 tortillas de maíz blandas.
1/2 taza de pollo
1/2 taza de aceite
1/2 taza de lechuga picada
1/4 de cebolla rebanada y desflemada
1 jitomate saladet rebanado
2 cucharadas grandes de crema agria
2 cucharadas grandes de queso añejo rallado
Salsa para flautas de entrada anterior.

En los extremos de las tortillas se coloca el pollo desmenuzado, se enrollan una a una  y se fríen en el aceite caliente. Procuren poner el extremo de la flauta hacia abajo para no usar mondadientes o palillos para mantenerlas enrolladas. Una vez doradas, se escurren en toallas de papel. Se sirven poniendo encima de ellas la crema, queso, lechuga, jitomate, cebolla y se ofrece la salsa para que cada comensal agregue a su gusto.

Acompañen sus alimentos con agua fresca, en casa tenemos casi "prohibidos" los refrescos o gaseosas. Razón por la cual siempre me preocupo de qué sabor haré hoy el agua...Una sencilla solución son 4 ó 5 limones y unas dos cucharadas grandes de chía, fabulosa para ese intestino perezoso.

AGUA DE LIMÓN CON CHÍA
el jugo de 5 limones
2 cucharadas de chía
1 1/2 de agua
1/2 taza de azúcar o sustituto de azúcar.

En una jarra pongan la chía, el jugo de limón y el azúcar, agreguen el agua, revuelvan perfectamente, revisen el azúcar. Hielo al gusto.

BUENO, SENCILLO Y BARATO.


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