En la semana fui a surtirme de ingredientes para repostería, siempre prefiero ir a un lugar especializado en estos menesteres ya que tienen de todo y a buen precio. Conseguí nuez en mitades, almendras fileteadas, una margarina grande. Estaba una demostradora de saborizante de gelatinas y grenetina. Ella me recomendó comprar este último ingrediente para usarlo en jugos por la mañana para aumentar la calidad de las uñas, articulaciones, pelo y piel, ya que al ser colágeno ayuda mucho en el cuerpo.... Oh, me quedé pensando en todos es productos milagro que venden por la tv y que prometen regresarte a tu más temprana juventud. Hagamos la prueba para comprobar tanta belleza, en el jugo matinal pongamos media cucharita de grenetina disuelta previamente en un poco de agua. Luego me cuentan sus resultados, ! Quizá ya ni los reconozca al volver a tener piel de bebé...!
Tenía pensado elaborar un panqué de nuez, cuando le comenté a mi amiga Rocío que estaba por realizar este pan para cenar, me dijo que me esperara para enseñarse a elaborarlo y que si hacíamos algo de chocolate. Soy de las pocas personas que no gustan mucho del chocolate, así que le comenté que a ella le tocaba conseguir el ingrediente y así los prepararíamos el siguiente día. Esta vez les debo la foto, ya que ni tuvimos tiempo de fotografiar los resultados de nuestro esfuerzo.
Algo muy importante que debemos tomar en cuenta al preparar repostería es conseguir una balanza para medir los ingredientes, mi método al tanteo no es muy válido en los pasteles. Mi balanza había sufrido una caída desde las alturas de mi alacena, por lo que me lancé a conseguir otra con mi vecino. Ah, pero esa también cayó de la altura de mis manos (el golpe no fue muy grande por mi tamaño, jejeje), sin embargo pasó a mejor vida. El tantear las cantidades, aún con una tabla de equivalencias no ha sido una buena idea con el pastel de chocolate, pero no tuvimos tan malos resultados con el de nuez.
Esta receta la obtuve de mi recetario español que encontré en una librería de viejo de la Roma. Sólo les puedo recomendar una variante del betún, el original es fondant, ya vimos que su preparación es posible en casa con una buena mano para menear, aunque nos faltó una base de mármol para enfriarlo y trabajarlo. Así que pueden modificarlo por azúcar impalpable o glass con jugo de limón. Si lo prefieren, sólo tengan en cuenta que el jugo se vierte sobre la azúcar, no al revés porque si no es complicado su integración.
BIZCOCHO DE NUEZ
150 grs. de harina.
150 grs. de azúcar
100 grs. de nueces
75 grs. de mantequilla
5 huevos
ralladura de un limón.
Fondant
200 grs. de azúcar
1 decilitro de agua
1 cuchara de zumo de limón.
En una cazuela amplia se ponen los huevos, el azúcar y la ralladura de limón, se baten los ingredientes cerca del fuego hasta que se forme una crema espesa (tipo mayonesa); entonces se incorpora la harina cernida moviendo constantemente con una espátula.
Se separan unas 6 mitades de nueces y el resto se pican y se adicionan a la mezcla anterior, y por último se añade la mantequilla derretida (ya fría). Una vez mezclado se vierte en un molde previamente engrasado y enharinado. Se mete al horno a una temperatura media baja por unos 40 minutos, o hasta que al meter un cuchillo, éste salga limpio.
Se desmolda una vez cocido y se deja enfriar.
Para el fondant, se pone en un cazo de cobre o aluminio el agua y el azúcar, se acerca al fuego y cuando rompe a hervir se menea y se deja cocer hasta que al levantarlo se forme una hebra fuerte. Se retira del fuego y se le agrega el zumo del limón, se mueve con la espátula constantemente hasta formar una pasta muy blanca. Se vuelca sobre una base de mármol y se trabaja con la mano, humedecida en agua fría (tengan mucho cuidado porque las quemaduras con azúcar son de las más dolorosas), hasta dejar una masa blanca muy fina. Se pone nuevamente en una cazo, se agrega una cuchara de agua caliente y se deja a baño María, moviéndolo con una cuchara de madera. Cuando está un poco líquido se baña el bizcocho echando en el centro despacio y dejando que cubra, se adorna con las nueces.
Este proceso un poco laborioso, se puede sustituir por una taza grande de azúcar glass cernida, el jugo de unos dos limones. A la azúcar le agregan el jugo y lo integran perfectamente, cuando tengan un cubierta firme y manejable se agrega al paste. No queda igual de firme y bonita, pero da el sabor agridulce del limón y azúcar.